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Antes de que The Palm abriera, planeábamos abrir una sala de bingo. Y en la semana para abrirlo, no nos dieron una licencia para apostar. Querían 50.000 dólares extra. Nos miramos el uno al otro y dijimos: «¡¿Qué carajo vamos a hacer ahora?!»
Nos convertimos en un video bar! Un bar al que ir antes de ir a Paco Paco. Tuvimos mucho éxito y entonces un tipo de Ottawa llamado Dixie Landers estuvo aquí de vacaciones y dijo, «¿Puedo hacer un show de arrastre?» Así que fuimos al Sam’s Club y compramos unas linternas grandes y esas eran nuestras luces del show.
Siguió llenando el bar, noche tras noche, y luego se fue a casa. Entonces nuestro bar estaba vacío. La gente venía y decía: «No show tonight?» Estábamos llenos antes de que lo tuviéramos, y después de dos semanas de un show de arrastre, todos querían un show. Así que estábamos vacíos hasta que le pedimos a las drag queens locales que vinieran. Era la única forma de recuperar a la gente.
Abrí un nuevo club en Ajijic y no tanto por el dinero sino porque echo de menos este negocio. Es tan divertido, esos años de hacerlo aquí. Hacerlo de nuevo en Ajijic es un público mayor. Y tengo la suerte de que estos chicos en Puerto Vallarta son tan exitosos que puedo dibujar de todos sus intérpretes.
Estoy entusiasmado con todos los actos de esta temporada. Con toda honestidad. Para mí, es territorio virgen para los actos que están llegando allí. Es un trabajo fácil para mí, promocionar, porque ellos han hecho toda su promoción aquí. Todo es nuevo para Ajijic y la ciudad está muy emocionada.
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