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Armando Sánchez se enorgullece de que la primera celebración del Vallarta Pride se concibiera y produjera en sólo tres meses.
«En 2013, como grupo, básicamente empezamos a trabajar para producir Vallarta Pride en febrero», dijo. «Empezamos a trabajar en febrero, empezamos a producir el orgullo en marzo y abril, y luego en mayo, así que en tres meses sacamos el primer Vallarta Pride. Pero dentro de toda esa experiencia nos dimos cuenta de que necesitábamos ser una entidad legal.»
Sánchez es actualmente Presidente de ACT LGBT, la Asociación Civil de Comercio y Turismo LGBT. Es la organización que supervisa los esfuerzos voluntarios del comité del Orgullo de Vallarta. Según Armando, el esfuerzo comunitario que produjo el primer Orgullo se topó con un obstáculo al año siguiente al intentar establecer vínculos con el gobierno y posibles organismos de financiación. Por ese motivo se creó ACT LGBT.
La dirección de la organización, una asociación de empresas propiedad de personas LGBT y respetuosas con este colectivo, cree que la formación de un organismo oficial coordinado que incluya un sólido número de miembros abrirá puertas en el gobierno con más facilidad que si un solo individuo o empresa intentara hacer lo mismo. Sánchez, que fuera de la esfera LGBT de ACT es propietario de Palmera Vacations, se apresura a señalar que la afiliación también tiene privilegios.
«La asociación organiza actos mensuales en los que presentamos productos o servicios que beneficiarán a la comunidad empresarial», explica. «Y todos los meses organizamos también una reunión social para establecer contactos en la que los empresarios interactúan y comparten información empresarial. Y tenemos reuniones mensuales sobre la orientación ACT LGBT, qué estamos haciendo, hacia dónde vamos, hacia dónde nos movemos, para que todos estemos en la misma página sobre lo que es la asociación y en qué estamos trabajando para la comunidad.»
El Orgullo es su propia bestia única dentro de ACT LGBT pero, como demuestra su formación, no siempre fue así. «En 2015 fui presidente del Orgullo», dijo, «así que estaba a cargo de todo el festival. Estaba en el comité de ACT y estaba a cargo del comité de Vallarta Pride. Fue mucho trabajo. Lo sacamos adelante y fue estupendo. Pero fue entonces cuando dije que tenía que haber dos: la asociación ACT para centrarse en sus proyectos, y el comité del orgullo sólo en el orgullo porque se está haciendo muy grande».
Vallarta Pride, como organización, no debe confundirse con los actos del Orgullo que son familiares en ciudades de EE.UU. y Canadá. Aquí, en Puerto Vallarta, Vallarta Pride no presenta todos los actos relacionados con el festival, que dura una semana. «La marca Pride es un paraguas en el que nos centramos en la promoción», explica, «y la promoción internacional y nacional no es barata. Intentamos trabajar con los distintos organizadores, el festival de cine, las fiestas, la feria de la salud, los actos públicos. Lo que producimos como Vallarta Pride es el desfile y este año vamos a presentar un mercado de agricultores que será por la noche en el parque Lázaro Cárdenas.»
Con ese grado de descentralización, parece que la organización se esfuerza por subrayar su valor entre una comunidad de empresas que normalmente se encuentran compitiendo por un peso turístico (y local). «Se está complicando porque muchas empresas dicen que ya tienen negocio, así que no ven la necesidad de patrocinar el Orgullo», explica. «Así que lo que siempre les digo a todos, y lo hago público, es que es más grande que eso. Es más grande que tu bolsillo. Es para la comunidad, es visibilidad, es educación y eso no tiene precio. Eso es lo que estamos descubriendo».
«Al ser un festival cultural, hemos intentado conseguir financiación del gobierno, federal y estatal, pero no lo hemos conseguido», añadió Sánchez. «Nos ayudan con la promoción, trayendo medios de comunicación y otras cosas para cubrir el festival, pero lo difícil es pagar las facturas. Ahora mismo estamos intentando averiguar cómo va a funcionar. Sentimos que aún no hay nada, ninguna resolución al respecto. Podría ser un punto de inflexión para el festival, porque si no tienes financiación, ¿cómo lo produces?».
En cuanto a este año, el Presidente Sánchez es optimista.
«Ahora el Orgullo reúne a más de 20.000 personas durante toda la semana», afirmó. «Se ve ese movimiento. Es crecimiento y hay negocio para todos. Automáticamente activa la economía. Los bares están llenos, los restaurantes también». Informa de que los juerguistas del Vallarta Pride son en su inmensa mayoría de nacionalidad mexicana, una cifra que calcula en torno al 70%.
«El desfile es siempre lo más destacado», afirma. «Me gusta la fiesta del barrio, con los temas que proponen los distintos comercios. El drag derby es un punto culminante. Es muy divertido. Estoy deseando que llegue la feria del agricultor con la actividad que tendremos. Pero todo es un punto culminante esa semana. Las proyecciones del festival de cine. Es la primera vez que tendremos un concierto público con Lorena Herrera. Es un concierto para toda la comunidad, no sólo para la comunidad LGBT. Va a ser un Teatro Vallarta. Es un gran acontecimiento».
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