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De los restaurantes al sector inmobiliario y al activismo comunitario, Poncho brilla.
Fotos de Victor Lara
Un profesional inmobiliario de éxito. Un dedicado defensor de los perros. Un líder apasionado de la comunidad LGBTQIA+.
Dávalos es una de esas raras personas a las que recuerdas mucho después de conocerlas. Tuve ese placer una mañana soleada en la librería Mairel’s, situada dentro del reluciente Centro Parota.
Poncho había celebrado recientemente el primer aniversario de la apertura de su nueva empresa, Poncho Dávalos Real Estate, con una reunión íntima en Vallarta Tequila Tastings. Amigos de toda la vida, entre los que se encontraba la propietaria de ese increíble espacio, Corinna Levine Dahlin, se unieron a él para celebrar la especial ocasión. Mientras el grupo disfrutaba de un maridaje de mezcal y chocolate, Poncho fue homenajeado como epítome de la historia de éxito mexicana.
Su vida es un tributo imponente al trabajo duro, la determinación y la superación de la adversidad. Ahora que sus años de trabajo han dado sus frutos, no se sienta a descansar, tomándose la vida con calma, ni mucho menos.
Está ocupado todos los días, levantándose a las 4 de la mañana, antes que el sol, para saludar al día venidero. Tras un intenso régimen matutino, comienza su jornada laboral a las 10 hrs., y luego trabaja hasta bien entrada la noche en nombre de sus clientes, y de la comunidad en general.
Le pregunté, sólo medio en broma, ¿cómo hace para encajar todo en cada día? Me contestó riendo: «todo es cuestión de organización».
Originario de Monterrey, México, Poncho pasó muchos años en la industria de la hospitalidad allí, trabajando en una variedad de hoteles y restaurantes de alto nivel. Su sueño era convertirse en el Director General de un Gran Fiesta Americana, pero empezó trabajando en un restaurante llamado La Leche en Monterrey.
Le gustó el concepto de La Leche y disfrutó de su trabajo, pero el local cerró poco después de que comenzara su carrera allí. Este aparente golpe de mala suerte, se convirtió en una oportunidad disfrazada, ya que quedó disponible un traslado a La Leche Puerto Vallarta. Sin embargo, como suele decirse, el traslado pendiente no fue pan comido.
Al principio, Poncho no veía Puerto Vallarta como algo natural, pues lo veía de forma similar a Cancún, una ciudad de fiesta.
«Llegué a Puerto Vallarta el 26 de noviembre de 2009», dijo Poncho, y sonrió ampliamente al recordar la fecha exacta. «Recuerdo que cuando bajé del avión aquí en Vallarta por primera vez, llegué con 500 pesos en el bolsillo y una tarjeta de crédito con un límite de crédito de 300 dólares. Sentí cómo me golpeaba el aire cálido y me dije: «Llegaré aquí de una forma u otra, no hay vuelta atrás».
Tras instalarse, Poncho se enamoró rápidamente de la cultura de aquí. Desarrolló muchas amistades que durarían años, pero una en particular cambió su vida.
Una joven llamada Susan Chong le animó a introducirse en el mundo inmobiliario local, lo que supondría un punto de inflexión en su trayectoria.
Poncho compartió: «Conocerla fue una de las mejores cosas que me han pasado en la vida, su estímulo me puso en el camino de mi carrera actual y siempre le estaré agradecido».
Con la confianza que necesitaba, Poncho se zambulló en el mercado inmobiliario de Vallarta a finales de 2010. Trabajar durante muchos años en la industria le dio la experiencia, el conocimiento y la seriedad necesarios para llevar su sueño al siguiente nivel.
En julio de 2024 abrió la inmobiliaria Poncho Dávalos.
«El universo me empujó, todo se fusionó y la sincronización fue perfecta», dijo.
Me tomó por sorpresa cuando Poncho añadió otra dimensión a su ya rebosante currículum, al compartir su paso como concursante del exitoso programa La Academia, o Mexican Idol, basado en el programa estadounidense American Idol.
Hizo diez pruebas para La Academia, mientras vivía en Monterrey, antes de decidir que no era para él. Sin embargo, esta formación le dio los elementos para buscar otra oportunidad, esta vez años más tarde, tras mudarse a Vallarta.
Poncho explicó que tuvo el placer de aparecer tres veces en el programa inmobiliario de televisión Mexico Life, y que fue el único mexicano de Puerto Vallarta que apareció en el popular programa.
A Poncho le gustaría algún día dar una charla inspiradora sobre su vida, compartiendo algunos de los secretos de su éxito.
La discusión giró entonces en torno a la guinda del pastel, las dos pasiones que impulsan el activismo de Poncho, su amor por los perros y la comunidad LGBTQIA+.
Ha dedicado su tiempo y su fervor a ambas causas y su compromiso es sencillamente sobrecogedor.
Buscando una manera de devolver a la comunidad, y compartir su amor por los animales, comenzó como voluntario en 2018 para el capítulo local de la SPCA. Tras un tiempo marcando la diferencia allí, descubrió otra organización a través de una clienta, Karen Chesson.
El grupo se llama «A Dog’s New Life», y se dedican a encontrar hogares para perros de la calle maltratados, abandonados, enfermos y heridos. Ofrecen servicios de adopción a nivel local, y a través del programa Flight Angels, para los que viven en Canadá, y Estados Unidos.
Poncho adoptó a dos perros, Cleo y Champ, ambos negros, porque según me informó, los perros negros son los últimos en ser adoptados. Poncho encontró a su tercer perro, Nikko, en la calle, y no podía dejarlo allí, así que se convirtió en su tercer «hijo».
Cada mañana saca a pasear a su prole, su orgullo y alegría. Champ, el adoptado original, tiene ahora seis años, Nikko, el mayor, tiene siete, y Cleo, la bebé, tiene cinco.
El cierre de SETAC hace casi dos años dejó un enorme vacío que era necesario llenar. Con la dedicación de un increíble grupo de líderes comunitarios, el Centro Comunitario Vallarta Gay+ abrió sus puertas muy poco después, en enero de 2024.
Cuando el centro devolvió esos servicios vitales a la comunidad y amplió sus instalaciones, Poncho no pudo esperar para implicarse. Sonrió al recordar cuando le dijo a Mike Owens, (Propietario de Studs Bar PV, y Secretario de la Junta en el centro), «No sé lo que puedo hacer, pero quiero ayudar,» Poncho continuó, «después de eso, cada vez que veía a Mike, y a Don Pickens,» (Propietario de Casa Cupula Puerto Vallarta, y Presidente de la Junta Directiva en el centro), «les hice saber, que estoy listo para ayudar, y en julio de 2024, fui invitado a ser el miembro adjunto en el centro comunitario, y en noviembre de ese año, fui invitado a ser parte de la junta directiva.»
Dentro de los parámetros del trabajo de Poncho en el Centro Comunitario Gay+ de Vallarta se encuentra una profunda creencia en la justicia social para los marginados.
Poncho habló apasionadamente, alzando la voz: «Quiero luchar por los derechos de la comunidad trans, porque alguien antes que yo luchó por los derechos que yo tengo hoy», continuó, «luchar por la familia LGBTQIA+ es un maratón, no es un sprint».
El Centro Comunitario Gay+ de Vallarta ofrece atención médica vital, incluyendo; PrEP, PEP, DoxyPEP, pruebas y tratamiento de ITS – y mucho más.
Luego discutimos algunos de los programas que se han desarrollado, actividades divertidas que incluyen; clase de salsa, clase de comunidad española, clase de yoga, y más.
«Me encanta promover todas las actividades que ofrecemos», dijo Poncho. También quiso ser claro, todo lo que hace el Centro Comunitario Vallarta Gay+ es para todos, todos están invitados, no sólo la gente LGBTQIA+.
El mantra del director ejecutivo del centro, Pedro López, es que cualquiera que lo visite se sienta integrado, valorado y acogido.
A continuación hablamos de un nuevo programa que ha cambiado las reglas del juego y que el centro puso en marcha en mayo de este año, llamado Zona Segura.
Poncho declaró: «Es una gran iniciativa, desarrollada por Don Pickens, es un grupo de WhatsApp del que forma parte la policía, a través de la vigilancia, la presentación de informes y el intercambio de información.»
La vanguardista colaboración entre el centro y las autoridades locales incluye tres pilares: prevención, ojos en la calle y seguimiento. Todos son vitales y trabajan al unísono para mantener a salvo a los miembros de la comunidad LGBTQIA+.
A medida que la conversación llegaba a su fin, Poncho se volvió contemplativo y compartió: «No soy voluntario para ser el centro de atención, mi trabajo es asistir a la gente de la comunidad que necesita ayuda».
Continuó, «Vallarta ha sido buena conmigo, hubo tanta gente fantástica que me ayudó cuando lo necesité, ésta es mi manera de mostrar mi agradecimiento por todo lo que se ha hecho por mí,» Concluyendo con emoción, Poncho expresó un pensamiento final, «al final de mi vida, quiero saber que dejé el mundo en un lugar mejor que cuando llegué a él, quiero estar seguro de que bailé.»
Póngase en contacto con Poncho Dávalos en
52 322 292 2312
Para ser voluntario en el Centro Comunitario Gay+ de Vallarta por favor contacte al centro al 52 322 128 6793 y hable con Tina Kunkel (Administradora) ella le puede ayudar.
Para ser voluntario en A Dog’s New Life, póngase en contacto con la página web www.adogsnewlife.org.
Este artículo pertenece a nuestro número impreso de otoño de 2025. Puede consultarlo aquí.
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